jueves, 25 de agosto de 2011

Sin electricidad y agua potable habitan familias en Maturana


EL HERALDO DE CHIHUAHUA


ESTACIÓN MATURANA, Parral, Chih..- En precarias condiciones desarrollan su vida cerca de 12 familias de la Estación Maturana, sin energía eléctrica, sin agua potable y con un sueldo por los suelos; el agua de un pozo contaminado les provee agua para uso doméstico, no obstante en los últimos días está más sucio que nunca, "no nos sirve ni para lavar", exclaman las madres de familia a las que no les queda otra que aguantar las malas condiciones y limpiar con esa agua sus ropas; y para tomar agua hay que recorrer 500 metros, hasta un rancho en el que se saca el vital líquido de una noria y regresar con los botes en el lomo.

En pleno siglo XXI aún hay familias en este municipio que no cuentan con ningún servicio básico, ni luz, ni agua, ni drenaje, sólo cuentan con una noria contaminada con lama y basura para cubrir sus necesidades de limpieza doméstica, una letrina que comparten todos y una noria en un rancho para tomar agua.

Son 12 familias que viven en Estación Maturana, quienes viven en casas de madera que fueron abandonadas cuando desapareció el ferrocarril.

Los padres de familia trabajan en un aserradero que está a pocos metros de las viviendas, con un sueldo que no supera los 600 pesos semanales, dinero que no alcanza para lo elemental, que es comida, vestido y techo.

Sin embargo, el factor que genera el mayor pesar de los habitantes es la falta de agua, en donde el tema principal es una noria contaminada, que a decir que los lugareños está sucia con basura y lama, a raíz de la falta de lluvia.

Ya que aseguran que cuando llueve, este pozo que abastece a la empresa, se limpia y funciona perfectamente para los quehaceres del hogar.

Incluso en un recorrido por ese lugar por personal de este matutino, se pudo observar que hay un lavadero a un costado del pozo, es ahí donde la mayoría de las madres de familia lava la ropa, aun y con el agua contaminada, "porque no hay más", dijo Francisca Payán, madre de familia.

Martina Valencia Rivas, vecina también de esta comunidad, explicó que hay que traer con botes el agua para tomar desde un rancho que se ubica a más de 500 metros de ahí, mientras los hombres trabajan para mantener a la familia por un salario que apenas supera el mínimo.

Por su parte el ama de casa Juana Rivas Torres explicó que se requiere lavar aún y con el agua en malas condiciones.

Ante esta situación explicó que no ha existido autoridad que les brinde una ayuda, a decir de Juana R. Lugo, fue la JMAS quien se apiado de los pobladores y cada 15 días está enviando una pipa para llenar los botes para el agua.

No obstante en 15 días es bien sabido que si no existen las medidas de higiene necesarias, el agua se puede contaminar y quedar inutilizable.

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